Mi primera experiencia con los ninjas del software.
Cuando empecé a formar parte del equipo de Sodep hace dos años, tenía la idea de que desarrollar software consistía en dominar algún lenguaje de programación y sentarse por largos periodos de tiempo frente a una computadora programando. La realidad resultó ser bastante distinta.
Las metodologías ágiles, la empatía con el cliente y la importancia del trabajo en equipo durante el proceso de desarrollo son aspectos que fui poco a poco asimilando con el pasar del tiempo dentro de la empresa.
Recuerdo que en el 2014, una mañana al llegar a la oficina, teniendo apenas 3 meses de estar en la empresa, Dani Cricco me invita a pasar a la sala de reuniones donde todos los miembros del equipo, ya con bastante experiencia estaban prestos para iniciar lo que sería un Brainstorming o lluvia de ideas con el fin de idear la construcción de una aplicación para la fundación Teletón. Esta aplicación representaría un importantísimo medio por el cual ellos buscaban llegar a la audiencia digital a través de esta plataforma.
Me comentaron que teníamos poco más de dos meses para entregar el proyecto y me preguntaba a mí mismo; ¿cómo podría yo, una persona que se está adentrando al mundo de desarrollo aportar para proyecto tan grande como este?.
Las semanas iban pasando, ya la rueda empezó a girar, el producto poco a poco fue tomando forma hasta convertirse en una plataforma con increíbles funcionalidades integradas para tan poco tiempo de desarrollo. Yo pude aportar mi grano de arena para el proyecto, gracias al acompañamiento y apoyo constante de todos los miembros del equipo. El resultado final de todo este trabajo resultó ser un éxito y creo que fue muy provechoso para el cliente. Naturalmente todos nos pusimos muy contentos.
Esta fué la primera gran experiencia que tuve en Sodep. En ese corto periodo de tiempo aprendí muchísimo sobre cómo funciona el proceso de construcción del software, desde lo técnico hasta lo humano. Claro que ayudó en gran medida que la mayoría del equipo ya tenía un vasto conocimiento técnico en varias tecnologías, pero lo que más me llamó la atención es cómo todos aportaron ideas, tomaban en cuenta la opinión del otro y debatían sobre qué y cómo pensaban que era la mejor forma de ponerse frente a los desafíos que se iban presentando.
Pienso que esta forma de trabajar distingue a Sodep de muchas otras empresas, convirtiéndolo en uno de los mejores sitios para trabajar y a la par crecer en muchos aspectos como profesional y también como persona, ya que aquí te ves expuesto a situaciones en las que debes afrontar desafíos técnicos y sociales con los miembros del equipo y con los propios clientes.